Ubicación antigua de la Sociedad de Máguez y su entorno más inmediato
Después de la erupción del tremendo Volcán de Timanfaya, fueron muchos los que se marcharon de la zona más cercana, como Tinajo y otros municipios más sureños, buscando algo de refugio, hacia lugares en que los efectos del volcán fueran menos violentos, y así se fueron muchas personas buscando el norte de Lanzarote como zona más distante, e incluso algunos se fueron buscando refugio hacia la cercana isla de Fuerteventura.
Fueron muchas las familias que llegaron al municipio de Haría concretamente, como la familia de los Figueroa, así como también la familia Rodríguez y otras como la de Curbelo, Doreste y algunas otras, pues el impacto negativo fue muy fuerte, porque al menos la zona de Tinajo quedó arrasada totalmente, y se situaron en Haría en un lugar que no conocían para dedicarse a las faenas agrícolas y ganaderas especialmente, ya que había entonces muy pocas variedades de actividades a qué dedicarse en la antigüedad.
Dentro de las familias que se trasladaron al municipio de Haría estaba una apellidada Figueroa, encabezada por Don Roque Figueroa Cuadro, el cual se casó en el pueblo de Máguez con Doña Margarita Rodríguez Ramírez, hija de Don Marcial Rodríguez Barreto y de Doña María Rosa Ramírez, cuya familia parece que también procedía, en parte, de Tinajo, pero que ya estaba situada en el pueblo de Máguez, cuya nueva familia se ubicó donde luego, en 1931, se creara el Centro Democrático de Máguez, más conocido por Sociedad de Máguez.
Este matrimonio procreó varios hijos apellidados Figueroa Rodríguez, casando una de las hijas, Doña Nieves, con un señor de Haría llamado Don Julián Perdomo Feo, el cual se quedó en la referida ubicación y propiedad indicada, edificando una casa nueva dentro de la misma propiedad, que viene siendo, al fin, la sede de la actual Sociedad Casino de Máguez, y siendo antes la vivienda de él y de su familia. La única hija de este matrimonio, Doña Clotilde Perdomo Figueroa, casó en 1877 con Don Pablo Reyes Perdomo, natural de San Bartolomé, hijo de Don Salvador Reyes y de Doña María Perdomo Cabrera, que era natural de Haría, que también vivió en la misma casa.
Don Pablo Reyes Perdomo llegó a Haría desde San Bartolomé en los años de 1870, casándose como se dijo con Doña Clotilde Perdomo Figueroa, en 1877, llegando a ser una persona hacendada, falleciendo en Máguez en el año de 1918 y no quedando descendencia directa, siendo su única heredera Doña Catalina Guerra Reyes, que era del municipio de Teguise.
En esta casa vivió, además, Doña Catalina Guerra Reyes con su esposo Don Manuel de León y León y sus tres hijos, Don Juan Pablo, Doña Otilia y Doña Manuela de León Guerra, en convivencia con Don Pablo Reyes Perdomo.
Pero no solamente estaba la casa antigua en que vivió Don Roque Figueroa Cuadro y su esposa Doña Margarita Rodríguez Ramírez, al Sur y Naciente de la casa nueva, lindando con la hoy Calle de Santa Bárbara, la cual después de muy vieja se dedicó luego a taller mecánico y varias cantinas que hubo, como tampoco estaba la casa en que luego se ubicara la sociedad de Máguez, ya que también había una buena extensión de terreno hacia el Poniente, que llegaba a colindar con Don Santiago Barreto Feo.
Al fin, Doña Margarita Barreto Figueroa, que era sobrina de Doña Nieves Figueroa Rodríguez y heredera al fin, vendió la parte urbana a la Sociedad de Máguez, y el terreno lo vendió en varios lotes abiertos en la finca matriz a cuatro vecinos del pueblo de Máguez.