De los bailes de timple y guitarra que se hacían antes en todos los pueblos
Desde los tiempos ancestrales más remotos, la gente ha tendido a divertirse de alguna manera, siendo la forma o medio principal el de moverse exhibiendo su cuerpo y sus habilidades en alguna de las formas conocidas o utilizadas por la gente de la zona.
Y en Lanzarote se hacían bailes en todos pueblos, para lo cual habían personas que se ponían delante de esta actividad, como organizadores, y sus nombres sonaron y suenan por muchos años, pero ya hay muchos olvidados.
Como se dice antes, cada uno de los pueblos del municipio de Haría practicaron el denominado baile de timple y guitarra, que también ha sido denominado como baile se candil, baile de taifa o baile casero, y ello en todos los pueblos de las islas canarias, siendo distintas las formas de su desenvoltura y de funcionamiento normalizado, pero vayamos a centrarnos en los bailes que se celebraron en tal modalidad en este municipio de Haría, aunque no podemos referirnos mucho a tratar de las personas más antiguas que se dedicaron a ello, pero si nos referiremos a personas concretas que aún se recuerdan o relacionan.
La persona organizadora de hacer estos bailes seleccionaba desde dentro de su casa principal, normalmente, la habitación más amplia, y se dotaba de bancos y sillas para que se sentaran especialmente las viejas que iban para controlar a sus hijas. En la puerta se ponía de portero, al que se le decía Cabo de Vara, a un hombre que fuera bastante fuerte para contener los impulsos de personas que no entraran en razones. Cerca o limitando con el lugar del baile se solía habilitar una cantina, para que los hombres se tomaran algunos vasos de vino y entraran en calor.
Digamos que el núcleo principal en que se celebraron estos bailes de timple y guitarra fuera el pueblo de Haría, capitalidad del municipio, y así podemos hacer referencia a Don Antonio Bonilla Concepción, que era hijo de Don Anselmo Bonilla Villalba, persona que parece se estrenó también en ello, con ubicación en la Calle Sobre las Eras.
También en la misma calle, en confluencia con la calle de Entrada al pueblo, que fue denominada General Franco, siendo el organizador Don Cristóbal Rodríguez Fontes, junto a su esposa Flora.
También hubo otras iniciativas de personas que hicieron bailes caseros en la zona que se ha denominado desde hace muchos años como Barrio de la Isleta, sin que tengamos nombres a poner sobre la mesa, que posiblemente fueron varios y en varias etapas.
En el pueblo de Máguez hubo algunas iniciativas y fueron organizadas por Don Faustino Betancor Feo, estando hoy frente al teleclub, en la Calle Luis Morote.
Asimismo se hicieron bailes muy sonados en una casa de Doña Antonia Rodríguez Rodríguez, al final de la Calle Santa Bárbara, llamado dicho lugar con el nombre de El Triunfo. También se llegó a hacer bailes en la casa de Don Juan Bautista de León y León.
Don Julián Betancor Villalba también estuvo en estos movimientos de bailes caseros e igualmente se celebraron bailes de estos en el pueblo de Arrieta, a iniciativa de Don Ramón Barreiro Mougán y Don Manuel Mesa Bonilla, en lugares distintos.
El pueblo de Ye también tuvo estos bailes, y eran muy sonados por sus pleitos. También se practicaron estos bailes en Mala Abajo. Los hubo también en el pueblo de Tabayesco, a iniciativa de Don Antonio Betancor Rijo, que se le conocía por El Piloto.
En Órzola también se celebraron estos bailes en un patio de Don Isidoro Curbelo Dorta, aparte de algunos otros más tarde, siendo principal organizador Don Emilio Curbelo Arráez, también Don Donato Jordán Bonilla, y otros, los cuales luego se fueron reforzando.
Y en Punta Mujeres también hubo algo en los años de 1960, pero ya mas bien con música de aire, con la intervención de varios promotores del municipio.
