Y cuando surjan las palabras enredadas,
esas que no aclaran nada,
te buscaré,
me buscarás
y entenderé
y entenderás
lo que hay detrás de cada mirada
como llama que no se apaga.
En el arcén,
en un vaivén,
de una puerta que no está cerrada,
echaremos la casa por la ventana,
disfrutaremos del tiempo que pasa,
agarrados,
embriagados.
Como un brindis en una fiesta
porque a veces también nos cuesta
no soltarnos
ni separarnos
porque el viento se nos lleva.
En el cielo las estrellas
siempre cuentan cosas bellas,
son testigos
prohibidos
de los ladrones que se adueñan
de corazones,
de ilusiones
porque el viento se nos lleva.