Pintando La Geria
La brisa es la encargada de conducirme al lado de las nueves.
No preguntes,
Da igual si soy hoja o soy ave.
Me deslizo formando mi propia trayectoria dibujada en el cielo.
Viajo solo, nadie me acompaña.
Salí en busca de un tú con que recrearme para mi cuadro
Peo la veo a ella;
Sólo se permite unos bordados verdes.
Encontrada tras el alma, apenas sin luz,
O quizás así me lo parece visto desde el cielo.
Sé lo que veo, ya me lo han contado antes.
Quiero osarme en la tierra
Y desde allí admirar tal obra laboriosa.
¡oh, mi amigo el hombre¡
¿Ves? ¡No es tan malo como lo cuentan¡
Fuera Baco, ¡ella es la verdadera diosa del vino¡
Las vides que se atreven a nacer es esa tierra negra,
Crecen trepando hasta sobresalir del muro.
Cientos y cientos de semicírculos observo desde el cielo.
Todo es negro, no lo invento.
Pero las viñas verdes rompen esa monotonía de la tierra.
Y a lo lejos
Veo una alta y esbelta palmera,
Que vigila y guarda la única vivienda que pinto en mi cuadro.