Por Reyes Concepción Betancor.
Asómate y mira
si el padre grita,
si la madre duerme,
si llora la niña.
Si la lluvia llega, déjala,
que sea bienvenida.
Háblale si quieres a la rutina,
que se quede en casa
cerquita de la cocina,
que entre en las alcobas
y cuente sus mentiras.
Deja a las arañas
en las esquinas,
me gusta verlas tejer
esas telas divinas.
Que se quede la ropa
en las liñas tendida,
si el agua la moja,
agua es,
no lodo de letrinas.
Prepara la cena
y deja la luz encendida,
abre la ventana,
mira las hojas de otoño,
vuelan las que están marchitas.
Y vete, vete despacio,
porque el padre no grita,
la madre duerme
y no llora la niña.