Balcón de Haría

gregorio

Por Gregorio Barreto Viñoly

 

 

Del respeto que se tributaba antes a las personas mayores en todas ocasiones

La evolución social va marcando formas y costumbres que luego se van poniendo viejas o caducas por el paso del tiempo, y digamos que el respeto que había antes hacia las personas mayores ya no se ve en la sociedad actual, aunque aún se palpa el respeto, pero eso en contadas ocasiones, no como antes, que era algo más generalizado.

 

Pero vayamos al fondo de la cuestión, que es que hay que partir de una sociedad en que la mayoría de las personas eran analfabetas, pero digamos que ello, si cabe, tiene aún más mérito, porque eso lo aprendieron en su casas, donde igual casi todos eran analfabetos, y no fueron preparados para eso en un centro público, porque digamos de paso que antiguamente apenas había escuelas, pero había que valorar si lo que se ha variado ha sido para mejor o para peor, aunque puede que unas vertientes puedan ser consideradas buenas y otras malas.

 

Pero no digamos que era una consideración a los viejos o ancianos, sino que se trataba de respetar a los que tuvieran más edad, y eso a nivel de hermanos, especialmente, y así el mayor de los de una familia era considerado como una persona a respetar y así sucesivamente, hacia el de menos edad, hasta que el benjamín tenía que respetarlos a todos, hasta llegar al primogénito.

 

Recuerdo de haber oído comentar a personas de mayor edad que yo que antes los chicos que estaban por la calle no podían desobedecer órdenes de personas mayores, y así cualquier persona ya un poco mayor le podía decir a cualquier chiquillo que estuviera en la calle que fuera a Haría a hacer un mandado, por ejemplo, y el chico no podía decir que no, porque el interesado le amenazaba con que se lo iba a decir a su padre, y por el respeto familiar y de vecindad, se cumplía, así es que las cosas han cambiado mucho hasta ahora.

 

Pero hay también una referencia interesante a nivel familiar, e incluso ya a nivel particular, para personas que estaban viviendo juntos, una parte de los que tenían menos edad trataban de usted a los padres como algo muy normal, pero es que además esas personas trataban de usted a sus hermanos mayores, con toda la normalidad del mundo, e, incluso, a nivel de calle pasaba igual, y el más nuevo trataba de usted a su hermano mayor, siempre.

 

Pero es que incluso a nivel personal y muy particular, algunas de estas personas que tuvieren que cursar una carta a su hermano o hermana mayor, aunque eran muy pocos los que sabían escribir, lo hacían con las mismas normas de tratamiento de usted como norma de respeto que se había aprendido dentro del hogar y de la familia.

 

A nivel de personas ya consideradas mayores o viejas, igualmente se respetaba y con más razón y ahínco, mucho al viejo, y por ejemplo a la hora de cenar, que era cuando más se reunía la familia en una mesa, no se empezaba a comer hasta que no llegara el viejo o vieja, al cual había que pedirle la bendición, pero además normalmente se rezaba el Rosario, y el viejo o la vieja eran los que iban marcando la pauta.

 

Como dije antes, habría que analizar si en este cambio de las costumbres de la sociedad es mejor o peor lo de ahora en relación con las formas de antes, porque la sociedad actual ya no gusta mucho de emplear una norma tan lógica como es el respeto a los demás, y en especial a los más mayores.

 

 

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