Ladislao Rodríguez Bonilla, conocido por todos y todas como ‘El mudo de Haría’, cierra su histórica barbería. Este local ubicado en la zona céntrica de Haría ha supuesto durante décadas un lugar mágico de encuentro social para la población y su importancia como símbolo del municipio es la representación de la figura de Ladislao en el norte.
Ladislao nace en Haría el 21 de noviembre de 1942 y lleva toda su vida dedicándose en cuerpo y alma al municipio. Su labor social, deportiva y humanitaria es de sobra conocida entre los vecinos y vecinas, aunque también en toda la Isla. Asimismo, su barbería es conocida por la gran cantidad de fotos con personajes del deporte y de la vida pública que han pasado por ahí y que han conocido a un vecino emblemático como Ladislao.
En tanto ha contribuido Rodríguez Bonilla al deporte insular y norteño, que en 1997 el Ayuntamiento de Haría nombró en homenaje a este el campo de fútbol municipal, que desde entonces ha pasado a llamarse Campo de Fútbol Municipal de Haría ‘Ladislao Rodríguez Bonilla’.
La barbería ha sido lugar de encuentro durante las últimas décadas para varias generaciones de vecinos, quienes se reunían en su local no solo para disfrutar de los servicios de Ladislao, sino también para hablar largo y tendido sobre deportes y otros temas sociales.
Ladislao no ha dejado nunca de colaborar de forma desinteresada con las asociaciones humanitarias y con los vecinos y las vecinas, ya que es un personaje carismático con una habilidad especial para comunicarse y conectar con los demás. Así nos lo ha hecho ver siempre a través de su barbería, que ha sido una extensión de sí mismo en el municipio y donde quienes lo han necesitado o han querido han encontrado siempre las puertas abiertas, un apoyo y una sonrisa de Ladislao.
Este es un ejemplo para las generaciones más jóvenes y así lo ha demostrado con su labor vendiendo entradas para los partidos, recaudando fondos a través de rifas y lotería, repartiendo carteles o realizando otro tipo de actividades encaminadas al bien común.
Con esta histórica barbería que pondrá el pestillo ya de forma definitiva, Ladislao Rodríguez Bonilla ha demostrado a todos y a todas lo importante que es la superación, la voluntad, el altruismo, la solidaridad y, sobre todo, cómo una persona que ama su trabajo lo puede reflejar en el trato con los demás, dejando huella en la historia de Haría para siempre.