El Agua de Haría: Tesoro de Lanzarote. Parte IV
Sebastián Jiménez Sánchez en una publicación original en 1938 y una primera edición 2004, narra en el libro un viaje histórico-anecdótico por las islas de Lanzarote y Fuerteventura y su desplazamiento al pueblo de Haría de la siguiente manera: “La visita a este pueblo ha sido una de las más gratas y ha servido a la Comisión para poder apreciar el gesto patriótico del benemérito hijo de Haría, don Emilio Rodríguez, que ha construido, a expensas de su dinero, un espléndido depósito de Agua para el abasto público”. En la visita al Ayuntamiento se concretan las obras pendientes de realizar, cambiando impresiones con su alcalde don Francisco Martín y Martín.
En 1974, el alcalde, don Juan Santana de León, hace expresión sobre la estrecha colaboración existente con Extensión Agraria y repite el consabido problema de luz y agua en el municipio al señor Martínez- Cañavate, gobernador civil de la provincia de Las Palmas, logrando que las obras se aprobaran y se consolidaran para el ejercicio de 1977.
La mayoría de los pozos se centra en los alrededores de la parte baja del pueblo. Así tenemos en el año de 1980 unos 100 pozos aproximadamente en la zona. Esto quiere decir que los pozos más lejanos al barranco principal van perdiendo importancia. Otros pozos al cabo del tiempo han quedado sepultados por las mejoras de los caminos del pueblo. En el año 2011 no llegaban a 40 pozos. La utilidad en estos momentos es nula.
Existe en el barranco principal del pueblo un pozo llamado Alberca, cerca de Tenesia, del que se sacaba agua para el consumo humano y también para el regadío a pequeña escala.
Haría ha tenido a lo largo de la historia varios cauces para atajar el agua de lluvia y por consiguiente vamos a entrar en detalles.
Las gavias son otra forma de aprovechar el agua, como los cultivos. El agua llega a los bebederos conducida por medio de la alcogidas que se preparaban en la época de invierno. Estas tierras se araban y sembraban. Las ultimas gavias que se recuerdan en Haría fueron las de Salvador Perdomo López.
Las vegas. Se le llama vega a una extensa zona de buena tierra agrícola. Existían varias vegas en este municipio. Hay una conocida como Vega del Pueblo. Estas tierras eran comunales y con el tiempo pasaron a manos privadas. El agua se recogía mediante el cauce del barranco principal del pueblo de Haría. Se araba y se sembraba cebada, trigo, etc. Hoy la Vega está completamente abandonada.
En 1980, el economista D. Manuel Barreto Acuña, en un pregón que pronunció con motivo de las fiestas patronales de San Juan en el pueblo de Haría, quiso dar un mensaje de ánimo, si llegase a convertirse mediante estudios la zona de La Vega en unos terrenos de invernales con un buen aprovechamiento hidráulico.
Rafael Feo, en los retazos de Haría escribía: “El Inventario de Bienes de Lanzarote en manos del Cabildo de 1719, dice: que la Vega de Haría tiene de cabida 20 fanegas, en la que se cultiva cebada. También existe otra vega en el mismo pueblo llamada de Segumo, de 10 fanegas de superficie, situada en la desembocadura del barranco de Elvira Sánchez, para cultivar trigo, que fue propiedad de Esteban Armas”.
Las vegas más grandes en extensión son las que se encuentran en la Aldea de Mala. Hay una vega en el pueblo de Máguez que hoy está enarenada. También hay dos vegas localizadas en el pueblo de Ye que se denominan Vega chica y Vega grande.