En plena situación de rebrotes de COVID-19 en todo el país, desde el Ayuntamiento de Haría se recuerda a la población la importancia del cumplimiento de las medidas de prevención y seguridad establecidas por las autoridades sanitarias.
En este sentido, el alcalde norteño, Alfredo Villalba, se dirige especialmente a los más jóvenes, cuyo comportamiento, en ocasiones, no está siendo el adecuado, relajándose a la hora de acatar las normas.
Y es que el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, achacó el aumento de rebrotes en las últimas semanas a que los jóvenes están bajando la guardia durante el verano, con concentraciones masivas sin el uso de mascarillas.
“Pese a lo que crean, los jóvenes no son invencibles, se pueden morir, se pueden infectar y pueden contagiar a los demás», subrayó el máximo responsable de la OMS.
Es por eso que el Consistorio insiste en no bajar la guardia y continuar manteniendo la distancia de seguridad y extremando el lavado de mano y la desinfección de espacios comunes.
Asimismo, se recuerda la obligatoriedad del uso de la mascarilla, preferentemente higiénicas o quirúrgicas, en aquellas personas mayores de seis años, en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos 1,5 metros.
Su uso es recomendable en la población infantil de entre tres y cinco años. Esta recomendación debe ir acompañada del resto de medidas de prevención generales previamente citadas. Su aplicación es de especial interés en grupos vulnerables para COVID-19.
El objetivo fundamental del empleo de una mascarilla higiénica o quirúrgica es evitar la posible transmisión de la infección desde un paciente infectado, sospechoso o asintomático, al resto de la población.
¿Cómo deben manejarse las mascarillas?
Antes de ponerse una mascarilla hay que lavarse bien las manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica.
Colocarse la mascarilla minuciosamente para que cubra la boca y la nariz y asegurar que no haya espacios de separación con la cara. Las mascarillas quirúrgicas no deben usarse del revés en ningún caso.
Ningún tipo de mascarilla debe llevarse al cuello o en la frente.
Evitar tocar la mascarilla con las manos mientras se lleva puesta y, si se hace voluntaria o involuntariamente, lavarse bien las manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica.
Desechar la mascarilla cuando esté húmeda y evitar reutilizar las mascarillas de un solo uso, como las quirúrgicas.
Por cuestiones de comodidad e higiene, se recomienda no usar la mascarilla por un tiempo superior a 4 horas. En caso de que se humedezca o deteriore por el uso, se recomienda sustituirla por otra.
En caso de ser imprescindible realizar de manera muy puntual un uso intermitente de la mascarilla, se debe extremar la higiene de manos al quitarla y ponerla, y se debe almacenar en una bolsa limpia, colocándola de manera que no se contamine la parte interior que va a estar en contacto con la cara.
Quitarse la mascarilla por la parte de atrás, sin tocar la parte frontal ni la parte interior que está en contacto con la cara, desecharla en un cubo cerrado y lavarse las manos con agua y jabón o con una solución con base alcohólica.
En el caso de mascarillas higiénicas reutilizables, estas se deben lavar conforme a las instrucciones del fabricante.