Por Gregorio Barreto Viñoly
Haría ha sido considerada como el granero de Lanzarote
La isla de Lanzarote fue considerada, en unión a la de Fuerteventura, como la isla más sedienta del archipiélago canario; sin embargo, algunos años se cogían en Lanzarote muy buenas cosechas, a pesar de la pertinaz sequía que azotaba el entorno.
El municipio de Haría es uno de los más frescos de la Isla y ha contado con unos terrenos muy fértiles, con unas vegas que dieron mucho fruto, como las de Órzola, las de Vega de Máguez, Vega del Pueblo y sus contornos, La Vega Grande y la Vega Chica en Ye, gavias de Malpaso, Vegas de Arrieta, Vegas de Mala o Los Pedacitos.
También hubo otros espacios o zonas destacadas, como las de La Montaña de Haría, El Valle de Temisa, Las Quemadas, Las Cuevas, Las Rehoyas, La Atalaya, Tabayesco, y tantas zonas parciales de unas laderas provinentes de unas montañas que fueron trabajadas por la mano del hombre, conteniendo mucha tierra fértil que fue aprovechada haciendo muchos paredones para mantener la tierra, evitando más erosión, y luego cultivarla.
Una buena parte de las montañas de Haría contenían mucha tierra, como se dijo antes, que fue aprovechada por nuestros mayores, haciendo paredones hasta lo más alto de ellas, y todavía pueden verse los trabajos de ingeniería que hicieron nuestros antepasados, mientras las montañas generales del resto de la Isla son mucho más peladas, sin contener una buena tierra aprovechable.
Por otra parte, el municipio de Haría contiene una gran parte de su territorio con procedencia de erupciones volcánicas, como el Malpaís de La Corona, con 2.000 hectáreas, pero incluso muchos de estos terrenos fueron trabajados y muy bien aprovechados, en especial en viña y frutales, y también espacios de los riscos.
Otros municipios de la isla de Lanzarote han tenido otras dedicaciones en los cultivos de nuestra agricultura, con elección de otras variedades, como la batata y otros.
Haría ha elegido para cubrir su territorio la dedicación a varios cultivos ordinarios, y son muchas las cargas de camello que se recolectaron en nuestros campos para llevar a nuestras eras, y vaya que son muchos los sacos de garbanzos, garbanzas y garbanzones, y muchas como cultivo más voluminoso, que fue el de arbejas, donde se emplearon muchas miles de cargas de camellos, cuyo producto luego enviaban los comerciantes, especialmente a Barcelona, y fueron muchos los sacos de lentejas y lentejones que se cogieron, y hasta de chícharos o almortas, que también se comían mucho, empleando carnes de cochino o grasas, pero digamos que el cultivo que más se producía y consumía era el millo, de donde ha salido el alimento básico de nuestro entorno, como ha sido el gofio, que se empleaba con todas las comidas.
Para no olvidar o dejar detrás, digamos que la papa también ha sido uno de los cultivos que más se han prodigado en el municipio de Haría, con una gran evolución desde la denominada papa de la tierra, pasando por las herreñas, las del ojo azul, las papas negras y otras muchas venidas de Tenerife y La Palma, evolucionado luego en semillas que venían de Irlanda como la Upto Date, la Kin Edgar, Kara, y otras, y también las del Señor Evaristo, las de Juan Niz, con un gran auge en años de 1950-60.