El Scape Room de Haría

Había una vez un grupo de amigos muy valientes que decidieron probar suerte en el misterioso scape room de Haría. Los protagonistas de esta historia eran cuatro chicos de 14 años llamados Pedro, Laura, Martín y Sofía.

El scape room de Haría era conocido por ser uno de los más desafiantes y aterradores de la ciudad. Los rumores decían que solo los más valientes lograban salir de allí. El grupo de amigos estaba decidido a demostrar su coraje y resolver todos los enigmas que se les presentaran. Cuando llegaron al lugar, los recibió un enigmático hombre con una mirada penetrante. Les explicó las reglas del juego y los condujo hacia la sala de escape. Era una habitación oscura y llena de misterio, con objetos extraños esparcidos por todas partes. Pedro, el más audaz del grupo, fue el primero en comenzar a investigar. Observó una pizarra en la que se encontraban escritos varios números y letras. Laura, la más astuta, se acercó a un mueble antiguo y encontró un candado con forma de calavera. Martín, el más curioso, decidió investigar una estantería repleta de libros antiguos, mientras que Sofía, la más intuitiva, buscaba pistas en los cuadros colgados en las paredes.

Durante horas, los amigos se sumergieron en el mundo de enigmas y acertijos del scape room. Cada uno aportaba su habilidad y destreza para resolver los desafíos que se les presentaban. Descifraron códigos secretos, encontraron llaves escondidas y descubrieron mensajes ocultos. Poco a poco, el misterio del scape room de Haría se fue revelando. Descubrieron que estaban atrapados en una antigua mansión embrujada.Debían encontrar la manera de liberarse antes de que la medianoche llegara, o quedarían atrapados allí para siempre. El grupo de amigos se enfrentó a todo tipo de pruebas y desafíos. Desde encontrar la llave escondida en el reloj de pared hasta descifrar un antiguo mapa del laberinto que se encontraba en el suelo de la habitación. Cada vez que lograban superar un obstáculo, se acercaban un poco más a la salida. El tiempo pasaba rápidamente y la tensión aumentaba. Los chicos se sentían cada vez más desesperados. Sin embargo, su amistad y trabajo en equipo les daban fuerzas para seguir adelante. Se apoyaban mutuamente y no se rendían, a pesar de los desafíos que tenían por delante.

Finalmente, después de horas de intensa búsqueda y resolución de acertijos, los amigos encontraron la llave que les abriría la puerta de salida. La insertaron en la cerradura y, con un giro, la puerta se abrió lentamente. El grupo de amigos salió del scape room de Haría victoriosos y con una gran sonrisa en el rostro. Habían demostrado su valentía y habilidad para resolver los enigmas más desafiantes. A partir de ese día, su amistad se fortaleció aún más y se convirtieron en leyendas en la ciudad.

Firmado por: Theo Sampietro- Categoría Juvenil

 

 

 

 

 

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