Haría se convertirá este viernes, 10 de febrero, en la sede del proyecto de exploración de tubos de lava lunar ‘CoRob-X’. A través de ‘rovers’ de tecnología punta, Haría acogerá la presentación de una simulación de cuatro fases de una misión de exploración lunar que se ha llevado a cabo en el municipio con la participación de representantes de seis países.
La alcaldesa de Haría, Evelia García, invita a toda la población interesada a asistir a este evento único en el municipio durante la tarde de este viernes, a partir de las 16:30 horas, en la Plaza de Haría, donde podrán disfrutar de una experiencia que pone en valor las condiciones naturales de la Isla para este tipo de experimentos.
“Nuestro municipio y la Isla tienen un entorno tan especial que grandes proyectos del mundo de la ciencia nos eligen como sede para sus demostraciones. Haría tiene enclaves tan únicos que se pueden simular la superficie lunar, de tal forma que este aparato realizará una labor tan compleja desde un territorio como el nuestro”, señala la alcaldesa.
Evelia García asegura además que la empresa encargada del proyecto garantizó que los rovers no contienen sustancias peligrosas y están hechos de metales, plásticos y componentes electrónicos de alta durabilidad y no desprenden residuos nocivos, siendo por tanto respetuosos con el medioambiente y entorno de la Isla.
Las fases que el proyecto que se ha desarrollado en el municipio consistieron en la exploración, en las que los tres robots inspeccionaron el suelo y construyeron un mapa del área alrededor del jameo.
En segundo lugar, uno de estos desplegó un aparato con carga útil computacional. Los otros robots lo rastrearon y analizaron su trayectoria de vuelo. Durante el vuelo, el aparato recopila datos con sus sensores.
En el siguiente paso, otro de estos robots descendieron por el jameo, haciendo rappel usando un cable de comunicación y corriente a modo de cuerda.
Finalmente, una vez aterrizado en el fondo de la cueva, se desconectó del cable usado para descender y comenzó a explorar la cueva. El ‘rover’ recopila datos para crear un modelo 3D detallado de la cueva y, cuando termina, se conecta de nuevo al cable de comunicaciones y transmite los datos a otro de los robots.