El edificio Ayuntamiento de Haría cumplió este martes, 8 de febrero, 100 años desde la inauguración de la que fue la primera casa consistorial de Lanzarote. Bajo el mandato del alcalde Antonio Ramírez del Castillo, el edificio sustituyó el actual Centro Sociocultural ‘La Tegala’ de Haría, que había sido la sede del Ayuntamiento entre 1904 y 1922.
Dada la importancia de este simbólico edificio para la multitud de personas ligadas al mismo durante la historia, desde la Corporación municipal se anuncia que cuando llegue la época estival, momento en que presumiblemente la situación epidemiológica sea más favorable, se llevarán a cabo una serie de actuaciones previstas para celebrar este centenario como la ocasión merece.
Desde el Ayuntamiento destacan que esta es una fecha señalada para el municipio y relevante para su historia por ser no solo el primer edificio consistorial de Lanzarote, sino también el primero en cumplir un siglo de antigüedad.
Serán honradas todas las personas que han pasado por este Ayuntamiento, y que han construido el municipio tal como es conocido hoy en día, agradeciendo la grandeza que ha otorgado al norte lanzaroteño esta edificación a lo largo de las décadas.
Tras casi dos décadas con sede en el Centro Sociocultural ‘La Tegala’ de Haría, en 1918 toma posesión de la alcaldía Antonio Ramírez del Castillo. Bajo el mandato de este, el proyecto para la construcción del edificio se aprobó el día 30 de julio de 1919. Casi tres años después, se inauguraba la Casa Consistorial de Haría, con una corporación conformada por el alcalde Antonio Ramírez del Castillo y los concejales Santiago Monfort Rodríguez, José Curbelo González, Manuel Feo Cabrera, Juan Feo Socas, José Ramírez del Castillo, Vicente Stinga Parrilla, Pedro López Fontes, Nicasio Bonilla Pacheco, Eligio Perdomo Bonilla y Maximino Feo Rosa.
Este edificio es del estilo neoclásico y destaca la simetría en su fachada, la riqueza decorativa de molduras y elementos vegetales, y la presencia de balcones en todas las ventanas del cuerpo superior. Remata la fachada principal un frontón, que acentúa el carácter clásico de la composición.
