El Consejo de Gobierno de Canarias acordó subir el nivel de alerta en Lanzarote, que estaba en fase 2 y pasa ahora a fase 3 desde este mismo viernes, lo que supone el máximo nivel de restricciones en el Archipiélago, después de que se superaran el pasado jueves los 600 casos activos en la Isla.
Entre otras cosas, esto supondrá adelantar a las diez de la noche el toque de queda que ya estaba en vigor, así como prohibir cualquier tipo de reunión fuera del núcleo de convivencia, tanto en espacios públicos como privados. La única excepción serán los bares y restaurantes, donde podrán juntarse un máximo de cuatro personas en las terrazas, sean convivientes o no.
Esta decisión implica también que se restringirá la entrada y salida de personas, salvo para desplazamientos debidamente justificados. En cuanto al ejercicio físico al aire libre, se podrá realizar individualmente siempre que se pueda mantener la distancia de seguridad de dos metros, prohibiéndose la práctica de actividad en zonas interiores y centros deportivos.