Entrevista a Juan Carlos Viñoly
¿Cómo fueron los comienzos de Mama Trina?
Los inicios de Mermeladas Mojos Mama Trina están ligados al mercadillo artesanal de Haría. Hace 15 años que empezamos a vender en este lugar y al principio traíamos los mojos y mermeladas en tarros reciclados, sin etiquetas, algo casero, pasando muchos días de frío, agua, calor…
Luego nos fuimos modernizando, sacamos el registro sanitario y se adecuaron las instalaciones. Todo ello costó mucho esfuerzo y trabajo, echar muchas horas y ponerle mucho dinero, pero siempre con alegría y con ganas. Al final he creado una pequeña empresa que sostiene a siete empleados.
¿Se nota la impronta del municipio de Haría y del pueblo de Ye en sus elaboraciones?
Por supuesto que se nota. Mermeladas Mojos Mama Trina no se entiende sin el pueblo de Ye, el paraíso, y su valle de Haría. En cada bote va un poco de Ye; mi amor por este pueblo lo pongo en cada tarro.
Mis seguidores de la página (casi 5.000) y mis amigos de Facebook ya saben dónde está Ye, dónde está Haría, y cómo no, muchos de sus amigos también. Apuesto por el medio rural, por Ye, para que no muera.
¿Por qué en un pueblito como este no puede haber vida? Para mi es una satisfacción cuando alguien prueba el sabor de Haría en un bote de mojo, donde va todo nuestro amor, el de este que te habla y el de todos los que formamos esta familia.
¿Cuáles son los productos más demandados por los consumidores?
Los productos más demandados son los mojos, sobre todo el de almendras y el verde. Aunque la verdad, de todo se vende. También depende del cliente; los lanzaroteños no tenemos tradición de comer mermeladas, somos más de mojos.
Para la gente nuestra, como decimos aquí, gustan la de higos y la de cactus. Y ahora, como curiosidad, las mermeladas picantes, uno de mis muchos inventos.
¿Con qué puntos de venta y distribución cuentan en la actualidad?
En la actualidad vendemos en el mercadillo de Haría. Si Dios quiere pronto volveremos al de Teguise y luego tenemos muchas tiendas y bazares.
En el Norte estamos en prácticamente en todas las tiendas y bazares. Por todita la Isla tengo ‘regado’ el nombre de Ye.
¿Tienen pensado expandirse fuera de Lanzarote?
Con el tiempo sería un objetivo. En la actualidad estamos enviando un poquito a Fuerteventura y algo a Gran Canaria. Pero eso sí, para mí crecer nunca puede significar renunciar a mis modos artesanos de producción.
¿Cómo definiría a Mama Trina?
Hace muchos años me embarqué en esta linda y arriesgada historia y no me arrepiento. Hoy somos una familia que trabajamos para ofrecerles en cada bote un poquito de nuestro amor, amor por el trabajo, amor por este pueblo de Ye, amor por nuestro Haría.
Desde este que les habla, Juan Carlos Viñoly, pasando por cada uno de los hombres y mujeres que conformamos esta familia y empresa, les damos un abrazo enorme.