Nuestro pequeño paraíso. Por Reyes Concepción Betancor

Si tuviese alas

libre volaría,

eterno en mi volar

mis ocho islas vería

sobre la espuma del mar.

 

 

Le pido un favor al viento,

que lejos lleve mi sombrero,

así estaré contento

se saludar a los conejeros.

 

El latir de El Hierro

surge de su volcán.

El humo sube al cielo,

la lava queda en el mar.

 

El barco majorero

lanza su red

y las niñas morenas

se mojan los pies.

 

Gran Canaria, si no existieras,

enmudecerían las folías.

Bailando están las romeras

absortas en su alegría.

 

Leyendas de enamorados

salpicando bellas historias,

los amores del pasado

guarda La Gomera en su memoria.

 

El sonido del timple

sube por las laderas,

en la isla de Tenerife

vibran las cinco cuerdas.

 

Dulce tengo el cantar,

al corazón herir no quiero,

sólo deseo regalar

el sentir de los palmeros.

 

Despierta La Graciosa

como ensueño de mujer,

bronceada y preciosa

floreciendo al amanecer.

 

Amarillo, blanco y azul,

los colores de nuestra tierra,

sediento viene el mar

y los tres colores se lleva.

 

Bienvenido sea el pasajero

que las islas descubrió,

no hay en el mundo entero

Un paraíso mayor.

En él vives tú,

en él vivo yo.

Accesibilidad
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad